Postales del ajuste
El lunes por la tarde, ATE denunció presencia policial en una actividad sindical que protestaba contra 90 despidos sucedidos el último viernes 22 de marzo. “El objetivo de la jornada del día de la fecha era exigir una audiencia con el presidente del organismo, el Dr. Daniel Salamone. En este marco, desde ATE CONICET denunciamos que se realizó un despliegue de efectivo de la Policía Federal Argentina con armas de fuego quienes se ubicaron en un pasillo de la explanada para evitar que ingresáramos al edificio”, narró en un comunicado el gremio de estatales y agregó: “Esta acción intimidatoria puso en riesgo al conjunto de trabajadores que se manifestaban de manera pacífica en la puerta del CONICET”.
“Asimismo, responsabilizamos de la decisión de no retirar a los efectivos que se encontraban portando armas de fuego a las autoridades del Ministerio de Seguridad y al Presidente del CONICET”, completaron.
Las gestiones universitarias deben convocar a la lucha
El martes 19 de marzo, el decano de Ciencias Exactas de la UBA, Guillermo Durán dio una charla en el Aula Magna de Pabellón 2 para contar sobre el ajuste que está sufriendo la casa de altos estudios.
Cuando terminó, estudiantes, graduados, investigadores y docentes se anotaron en el espacio de las preguntas para plantearle a la gestión debía sumarse e impulsar medidas de lucha contra el ajuste del Gobierno. “Hay que despertar al gigante dormido que es el movimiento estudiantil y la comunidad universitaria entera”, manifestó uno de los presentes, mientras el resto aplaudía. “No están garantizadas las becas, ni siquiera está garantizado la continuidad de los servicios esenciales como gas, luz y agua en las aulas donde cursamos”, replicó otra de las estudiantes que intervinieron.
“Coordinadora Interclaustros de Exactas”, “Jóvenes Científicos Precarizados” y “ATE Conicet”, son los nombres de espacios que se pueden ver en banderas, pancartas y volantes. Hay movilizaciones, cortes de calle y reuniones con las autoridades.
Es verdad que “el gigante dormido” que es el movimiento estudiantil aún no ha entrado en escena. También es cierto que el ciclo lectivo recién comienza y que las rebeliones educativas contra el Gobierno de Macri comenzaron usualmente en mayo.
Las tijeras de Milei sobre la universidad pública
El Gobierno utiliza la propia inflación para hacer el ajuste. Es decir, en una inflación interanual de más del 240% entre el 2023 y el 2024, el Gobierno otorgó 0% de aumento a las partidas presupuestarias de las Universidades Nacionales. El único paliativo recibido en este sentido, fue el 70% de aumento a los gastos de funcionamiento, un ítem que solo representa el 10% del gasto total de una casa de altos estudios.
“El ajuste que se está haciendo en la universidad es salvaje. La inflación acumulada es casi del 300% y se pretende que trabajemos con el mismo presupuesto del año anterior, que ni siquiera tiene en cuenta las partidas de ajuste por inflación emitidas durante 2023″, explicó Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA.
En febrero, el Gobierno dio un 16% de aumento para el personal de las universidades, que fue rechazado por el Frente Sindical Universitario (FSU), que nuclea a Conadu, Conadu Histórica, FEDUN, CTERA, FAGDUT, FATUN y UDA. La semana pasada la Subsecretaría de Políticas Universitarias ofreció otro 12%, cifra que también fue rechazada por el FSU con el argumento de que supone una pérdida del 58% para los salarios.
Milei, un conspiranoico oscurantista contra la ciencia
“El cambio climático es un invento del socialismo” “el que está en Roma es el representante del maligno en la Tierra”, son algunas de las afirmaciones de Javier Milei, quién reviste en algunos de los tópicos clásicos del pensamiento anticientífico de la derecha internacional. En el caso de sus seguidores más fieles, fueron quienes se movilizaron contra las medidas de aislamiento dispuestas por el anterior Gobierno en el marco de la pandemia, protagonizando el ridículo acto de la quema de barbijos. Además, muchos de ellos planteaban que la campaña de vacunación “era una pérdida de libertad” o más aún una conspiración de grupos de poder.
Para quien niega el cambio climático, luego de toda la aplastante evidencia y para quien discute sus políticas económicas con sus perros que le contestan desde el más allá, efectivamente la ciencia no debe tener demasiado interés. Es vista como un gasto superfluo, como excentricidad de progresistas. No hay que confundirse, no hay una discusión sobre cuál debe ser el contenido de las investigaciones. Si este fuese el caso, no se ajustarían los recursos, se buscaría la manera de utilizar los mismos fondos para el financiamiento para otro tipo de proyectos. Sin embargo, lo que hay es el mismo mecanismo de ajuste vía inflación y en consecuencia, menos científicos trabajando, menos proyecto y por consiguiente, menos conocimiento.
Contra los despidos en el Conicet
Desde ATE denunciaron 260 despidos de trabajadores en el ámbito científico despedidos. En general estos despidos se fueron acumulando en el personal técnico y administrativo del Conicet, que según el directorio de la Institución “trabaja en CONICET desde hace años dando soporte a los procesos de planeamiento, seguimiento y evaluación de actividades de investigación, y permite el funcionamiento de los más de 300 institutos y Centros Científicos Tecnológicos que se encuentran en todo el territorio nacional”.
En relación a las becas de investigación hay una disminución en todas las áreas. Vamos a compartir un cuadro que describe las bajas en cada disciplina científica.
Esta política de ataque a la ciencia fue cuestionada por 68 Premios Nobel de todo el mundo, que días atrás le reclamaron al gobierno: “Sin una infraestructura para la ciencia, un país cae en el desamparo y la vulnerabilidad, sin desarrollar su propia tecnología para avanzar, ni capacitar a las personas ni desarrollar la infraestructura necesaria para aplicar el conocimiento científico y tecnológico de otros a los problemas regionales, nacionales y locales. ¿Dónde dejaría a la Argentina una situación así?”.