El mundo está ante una nueva regionalización del genocidio en la Franja de Gaza. Esta vez, en forma de repudio. Ya suman 34.789 los palestinos asesinados por el Estado de Israel en la Franja y 78.204 los heridos. La Campaña de Solidaridad con Palestina, que comenzó gestándose con movilizaciones en las calles, hoy se traslada fundamentalmente a las universidades. En los principales epicentros del capitalismo exigen al sionismo el inmediato alto al fuego en la región y también a sus Gobiernos, que dejen de financiarlo.
Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Reino Unido y Suiza están a la vanguardia de estas manifestaciones. Instalaron campamentos enteros en los campus universitarios que fueron, en algunos casos, brutalmente reprimidos. El discurso que se había instalado luego del ataque de Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre, de una nueva “guerra contra el terror”, ya resulta insuficiente para contener a las masas. El foco hoy está puesto en catalogar de antisemita al movimiento antisionista que prolifera en todo el mundo.
“Joe Genocide has got to go”
Incluso desde antes que el Supermartes de primarias en Estados Unidos tuviera como resultado una nueva disputa entre Joe Biden y Donald Trump por la presidencia, una de las principales consignas en las protestas de apoyo a Palestina es “Joe (Biden) Genocidio se tiene que ir”. Esto refleja el nivel de repudio y descontento que existe puertas adentro de la propia sociedad estadounidense. “Israel bombs, USA pays”: Israel bombardea, Estados Unidos paga. La situación en las universidades es insostenible.
Son más de 2.500 los detenidos por manifestarse en contra de las acciones genocidas de Israel y sus aliados en la Franja de Gaza. Las autoridades han optado por permitir el ingreso de las fuerzas de seguridad a los establecimientos para intentar desalojar las protestas. Incumpliendo, incluso, la Ley de Asistencia para la Educación Superior y otras políticas internas que regulan la presencia militar en los campus.
⚡La Policía reprime brutalmente a los estudiantes que se concentran en barricadas afuera de la UCLA pic.twitter.com/jPOjpNjrvx
— RT en Español (@ActualidadRT) May 2, 2024
En la Universidad de Columbia, un grupo de 60 estudiantes pro palestinos tomaron el edificio central Hamilton Hall y lo renombraron Hind Hall en memoria de Hind Rajab, uno de los tantos niños asesinados por Israel en Gaza. Cabe recordar que las infancias son de los principales grupos afectados en esta avanzada de conflicto. Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el sionismo asesina un niño palestino cada diez minutos. Además, la tasa de orfandad en la región asciende a 17 mil chicos. Como había definido a fines del año pasado Ghassan Abu Sittah, un cirujano del entonces existente hospital al-Shifa: “No hay lugar más solitario en el mundo que la cama de un niño herido que ya no tiene familia que le cuide”.
Por otro lado, en el City College de la Universidad de Nueva York, existe una unidad entre estudiantes, y trabajadores miembros del Congreso de Personal Profesional. A pesar de que el campus ya fue desalojado, aún persiste el campamento en la CUNY. Suman el reclamo por “la desinversión y el boicot a Israel”. Además de la “matrícula gratuita, tarjetas de metro gratuitas para estudiantes y el cumplimiento de las demandas contractuales de los trabajadores”.
Europa occidental no está exenta
En Francia, las universidades de Sciences Po y La Sorbona amenazan con cerrar sus sedes e instar a sus docentes al teletrabajo para quebrar las movilizaciones y los bloqueos de las organizaciones estudiantiles.
La Universidad de Valencia, en España, las organizaciones Estudiants per Palestina y Boicot, Desinversión y Sanciones País Valencià instalaron un acampe el pasado 29 de abril y anunciaron que continuarán manifestándose de este modo “hasta lograr el fin del genocidio palestino”.
La Facultad de Ciencias Humanas y Políticas de la Universidad de Lausana, Suiza, protagonizó también la toma de uno de sus edificios principales con la consigna “Palestina Libre” y exigiendo también el boicot al Gobierno sionista. Además del restablecimiento de la ayuda financiera que el país brindaba a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
La UNRWA engloba la ayuda humanitaria a los refugiados de Siria, Líbano, Jordania y Palestina. Se encuentra bajo la órbita de la Agencia de la ONU para los Refugiados. Desde principios de año, sufre el desfinanciamiento de las potencias que sostienen que mantener esta organización es “mantener a grupos terroristas”. Esto impacta directamente en la poca ayuda humanitaria que se recibe en la Franja de Gaza.
📍#Gaza Images taken yesterday of people queuing for food in the rain & cold at our shelter in Deir al-Balah.
At our schools turned shelters, @UNRWA continues to provide canned food, flour, hot meals & more- but shelters are 4x over capacity.
There is simply not enough food. pic.twitter.com/1bJ5xUVK7M
— UNRWA (@UNRWA) January 28, 2024
La tradición anti guerra de las universidades
Las organizaciones estudiantiles tienen una larga historia en la defensa de la vida y contra la guerra. Casualmente, durante el Gobierno estadounidense de Lyndon B. Johnson -el mismo presidente que comenzó con el financiamiento bélico hacia Israel-, mientras se disputaba el conflicto en Vietnam, las protestas organizadas por grupos estudiantiles como el Movimiento por los Derechos Civiles y la Liga Juvenil Socialista lograron poner de pie más de 200 universidades englobadas dentro de la Unión Nacional de Estudiantes.
La indignación estudiantil se había alimentado por el aumento significativo en el número de tropas estadounidenses desplegadas en la región. En la Universidad de California en Berkeley, las manifestaciones habían alcanzado su punto álgido luego de que la policía local interviniera para dispersar a los manifestantes, resultando en numerosos arrestos y heridos. También, desde el campus de la Ivy League hasta instituciones públicas, la voz estudiantil resonó exigiendo un cambio de rumbo en la política exterior estadounidense. Estos factores lograron que la guerra de Vietman se considerara la más impopular de la historia.