Eduardo Belliboni es militante del PO y dirigente del Polo Obrero. En diálogo con Resistencia Online, contó sus inicios en el socialismo durante la dictadura militar y detalló las características del movimiento piquetero de hoy en comparación con la rebelión popular del 2001. Además, la polémica en la izquierda sobre el rol de este movimiento en la construcción y lucha política.
Resistencia Online: ¿Cuándo empezó tu militancia y en dónde? ¿En qué momento empezaste a intervenir en el movimiento piquetero?
Hace muchos años, a veces me parece que fuera otra vida. A mí siempre me interesó la política. Yo vivo en un barrio de Luz y Fuerza, siempre viví acá, mi viejo era delegado del sindicato. Acá en el barrio se mamaba de chiquitos, íbamos a la pileta del sindicato y se cantaba la marcha de Luz y Fuerza, hasta el día de hoy me la acuerdo entera.
De adolescente me agarra la dictadura, y ahí formamos un grupo con amigos del barrio. Nos decíamos marxistas y teníamos lecturas pero no teníamos libros, porque no habían en esa época.
Los llamábamos Juventudes del Sur, y hacíamos los volantes a mano, una locura.
La guerra generó mucho interés entre los pibes del barrio. Ahí empezamos a organizar y armamos una comisión de DDHH, y de la mano de la comisión me empecé a ligar al PO con una perspectiva más clasista. En esa época, en el ‘83 fuimos los únicos que teníamos la posición de desmitificar lo que es la democracia, que era incluso en ese momento el gobierno de la burguesía por otros medios. Había enormes debates sobre este tema, porque era una posición muy impopular.
En esa época nosotros hacíamos charlas con la consigna de juicio y castigo, y todo el resto de la izquierda decía ‘ojo, juicio y castigo, pero que no se pierda la democracia’. Después milité en metalúrgicos, y en la misma fábrica donde entre a trabajar de joven me juzgaron después de la muerte de Mariano Ferreira, porque se había vuelto un juzgado.
El 2001
En el 2001 todo el aparato político estaba a favor de despejar la plaza, no es como dice la serie que salió que era todo culpa de Matov. Recuerdo los fuertes enfrentamientos con la policía, y a pesar de los heridos y los muertos, que fueron muchos, la satisfacción también cuando vimos el helicóptero y la caballería retrocediendo.
Es un momento muy cercano en la historia, no sólo porque fue hace poco, por las condiciones del país hoy en día. Está presente la posibilidad de una rebelión popular, y eso nos mete en la discusión del papel de la izquierda.
El rol de la izquierda en la crisis
La izquierda tiene que jugar un papel, que incluye el electoral, pero no puede ser sólo eso. Ahí hay una discusión con los compañeros del PTS e IS, sobre todo con respecto al tema del movimiento piquetero. Estamos viendo manifestaciones que son típicas de la derecha, no de la izquierda, planteando que a compañeros que están pasando una situación muy difícil se los lleva de las narices y no estarían en condiciones de discutir con el resto de la izquierda.
La izquierda y el movimiento piquetero
RO: ¿Cómo es el que hacer del militante que quiere abrir el Polo Obrero en un barrio, cómo funciona el tema de las listas, cómo es esa práctica?
En el ADN del movimiento piquetero están las asambleas. Antes del movimiento piquetero todo se manejaba con la mafia punteril que decía qué se hacía, nosotros fuimos a pelear contra eso y llevamos a los barrios el método de la clase obrera, que es la asamblea. Hoy en día el movimiento piquetero está muchísimo más politizado que en 2001 hay muchos cuadros y muchas discusiones en los plenarios.
El plenario del FIT-U
RO: En estos días se va a realizar un plenario, que a nosotros nos parece muy importante, para discutir y superar los límites que pueda tener el FITU, para que pueda ser un punto de apoyo para desarrollar otra cosa. Contanos qué rol cumple el plenario en esta discusión
Nos costaba mucho que el FITU intervenga en períodos no electorales. Cuando fue la crisis del acuerdo con el FMI planteamos un acto común, y no fue posible, porque el PTS se niega a medir fuerzas con el PO. Terminamos haciendo un acto nosotros solos.
El argumento del PTS para no ir al plenario es que los compañeros del Polo Obrero no son socialistas, y hay muchos que no lo son, pero buscamos que intervengan en la lucha de clases para que comprendan el problema más de conjunto igual que con los compañeros ocupados, y el plenario es parte de la intervención. El FITU tiene que ser un canal de desarrollo y de lucha para las masas que no son socialistas.
