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    Hayec, Ayn Rand, Mises, Rothbard: ¿De dónde surgen las ideas de Javier Milei?

    Hayec, Ayn Rand, Mises, Rothbard, son citados continuamente por el presidente Javier Milei en cada una de sus charlas y discursos. Estos son los teóricos economistas detrás del anarcocapitalismo, el minarquismo y la Escuela Austríaca. ¿Cuál es el origen de las ideas de Milei?

    ¿De dónde surgen las ideas de Milei?

    Solemos utilizar la denominación de neoliberalismo para referirnos a las políticas económicas diseñadas por la Escuela de Chicago de Milton Friedman, que fueron implementadas a partir de los años ’70 por gobiernos como el de Ronald Reagan en EEUU, Margaret Thatcher en Reino Unido o Pinochet en Chile.

    Mark Fisher, Javier Milei y el neoliberalismo como restauración

    En Argentina, este modelo comenzó a implementarse a partir de la gestión de José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de economía de la última dictadura cívico-militar, luego profundizado durante el menemismo en los ’90, con consecuencias nefastas para la economía que seguimos padeciendo hasta el día de hoy.

    Escuela Austríaca de economía, los ideólogos detrás de las propuestas de Milei

    Sin embargo, aunque Milei elogia a estos gobiernos, que sólo pudieron implementar sus reformas mediante la represión y el fin de las libertades sindicales, sus propuestas sobre la economía son incluso mucho más radicales.

    ¿De dónde provienen entonces las ideas de Javier Milei y los libertarios? En este sentido, el término “neoliberalismo” se nos vuelve insuficiente para explicar a fondo las ideas de esta nueva derecha. Realizaremos un breve recorrido por las principales corrientes del liberalismo económico a fin de entender mejor ante qué nos estamos enfrentando.

    Origen de los “libertarios”

    Los términos “liberales” y “libertarios” se separan cuando en los años 30 los seguidores de Franklin D. Roossvelt, presidente estadounidense fuertemente keynesiano, comienzan a llamarse a sí mismos liberales. Quienes se identificaban con ese término pero no con ese gobierno buscaron otra denominación, “libertarios”, palabra que también era utilizada por los anarquistas, con la salvedad de que la mayoría de los anarquistas eran colectivistas, de izquierda y no individualistas como los primeros.

    ¿Cómo le fue a los trabajadores con el gobierno de Menem?

    El liberalismo clásico (Adam Smith y David Ricardo) y el ordoliberalismo entienden que el Estado debe intervenir muy poco en la economía, pero lo necesario para garantizar cierto bienestar social.

    Minarquismo, anarcocapitalismo y Escuela Austríaca

    El minarquismo, representado por Ludwig Von Mises y Ayn Rand, considera que el Estado no debe prestar ningún servicio que no sean la defensa y la justicia, dejando todo lo demás en manos privadas.

    Mientras que el anarcocapitalismo, fundado por el economista estadounidense Murray Rothbard, discípulo de Mises, da un paso más allá y plantea que absolutamente nada debe ser dejado en manos del Estado, que todas las funciones sociales pueden ser desempeñadas por el mercado.

    Murray Rothbard creador del anarcocapitalismo

    El término anarcocapitalismo fue creado por Rothbard, máximo exponente de la llamada Escuela Austríaca, dentro de la cual también encontramos a Carl Menger y Friedrich Hayek.

    Esta escuela rechaza el carácter científico de la economía, ya que al basarse en las decisiones de seres humanos estar sería impredecible, por lo que todo intento de planificación sería ineficiente y abogan por un libre mercado absoluto.

    Friedrich Hayek, uno de los principales exponentes de la Escuela Austríaca

    El anarcocapitalismo se probó y fracasó

    ¿Son viables las ideas anarcocapitalistas? Lo cierto es que el fracaso de su pretendida sociedad casi sin Estado y con mercado absoluto fue probado en la ciudad estadounidense de Grafton.

    En ese lugar, un grupo de libertarios que se conocieron por internet, casi todos varones blancos, experimentaron su sociedad con un estado mínimo. El resultado fue que las calles no podían ser arregladas al no haber obra pública, y aumentaron los homicidios y los ataques sexuales, ya que el único policía del pueblo no podía patrullarlo. Lo más bizarro: la acumulación de basura por no haber recolección de residuos atrajo una invasión de osos que terminó provocando que la gente abandone la ciudad.

    La relación con el fascismo

    Pese a que proclamen la liberad como fundamento de sus políticas, estos economistas bien lejos están de encarnar semejante ideal. Por el contrario, han defendido históricamente posiciones autoritarias.

    El mismo Mises había sido funcionario del gobierno del ultraderechista austríaco Engelbert Dollfuss (1932-1934) y realizó declaraciones reivindicando el fascismo. La libertad que proclaman se reduce a una abstracción moral que en la práctica sólo gozan los empresarios, pero los trabajadores son quienes más libertades pierden.

    Como si de Don Quijote se tratara, la Escuela Austríaca arremete contra un imaginario Estado omnipresente y contra una supuesta amenaza socialista en la cual engloban todo lo que no coincida con su pensamiento.

    Ludwig von Mises reivindicaba el fascismo

    La verdad sobre las ideas de Milei

    Milei se proclama seguidor de los austríacos, y comparte con ellos lo irracionales de sus posturas y su desprecio por quienes piensan distinto. Pero si adoptan una postura política autoritaria, negando en los hechos las libertades que proclaman en palabras, ¿cuál podría ser la denominación más exacta para definir a los anarcocapitalistas? La opción más precisa parece ser la de “Iliberalismo”.

    Este término fue utilizado por primera vez por el escritor estadounidense Fareed Zakaria en 1997 para referirse a gobiernos que son formalmente democráticos pero que en la práctica no respetan las normas democráticas, implantando un autoritarismo en sus procedimientos.

    Los inicios del socialismo en Argentina

    Como ejemplo de este tipo de gobierno el autor nombraba entre otros a Carlos Menem en Argentina. Quienes han analizado este concepto coinciden en que el origen de este fenómeno radica en el creciente desencanto de gran parte de la población por el sistema democrático. Hay quienes ven a los políticos como gente completamente separada de los problemas sociales que se enriquece a costa del pueblo.

    La famosa “casta” de la que se suele hablar. En el caso particular de los jóvenes al escepticismo sobre la democracia hay que sumarle las faltas de perspectivas de futuro y su inestabilidad económica.

     

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