Fernando Pallicer, consejero departamental y docente de la Universidad Nacional de Madres de Plaza de Mayo, nos brinda una perspectiva cruda y sincera sobre las adversidades que están enfrentando a partir de una resolución del Gobierno que puso en duda el status de la institución. “Ni los docentes ni los no docentes hemos cobrado el sueldo en todo el año”, denunció en el streaming de Resistencia Online.
“Ellos nos pusieron en su mira. No solo ahora, con la persecución y el ajuste que se están aplicando a las universidades, sino también, directamente, con el desconocimiento de nuestra universidad, con todo lo que significa la Universidad de las Madres”, afirmó.
Contanos la situación de la Universidad de las Madres. ¿Cómo ves todo lo que está pasando con la universidad pública durante el gobierno de Javier Milei?
Fernando Pallicer: Es difícil hacer un análisis sin caer en simplismos. Estos son tipos que dicen ser anti Estado, pero quieren manejar el Estado. Entiendo que mucha gente cayó en esa trampa, y me incluyo como ciudadano argentino. No voy a poner adjetivos calificativos como “lamentablemente”, pero Milei es el Presidente de los argentinos y debería gobernar para todos los argentinos.
En el caso puntual de las universidades públicas, todos sabemos de los recortes que se están haciendo en el sistema educativo en general, y en las universidades públicas en particular. La nuestra, la Universidad Nacional de Madres de Plaza de Mayo tiene una historia importante y no es la excepción.
La universidad tiene un nombre muy fuerte: Madres de Plaza de Mayo. Todos sabemos quiénes son las Madres. Son nuestro faro, nuestra bandera para todos aquellos que militamos por los Derechos Humanos. Las madres han sido siempre una bandera en nuestra militancia. Ellos nos pusieron en su mira. No solo ahora, con la persecución y el ajuste que se están aplicando a las universidades, sino también, directamente, con el desconocimiento de nuestra universidad, con todo lo que significa la Universidad de las Madres.
“No seamos la generación que dejó morir a la universidad pública”
Cabe recordar que somos una universidad que pasó a ser “Universidad Nacional” hace muy poco, pero tiene una historia previa de más de 20 años como Universidad Popular fundada por las Madres. De esta universidad se ha recibido mucha gente. Con el tiempo, durante el gobierno de Cristina, pasó a ser un instituto universitario nacional y el año pasado logramos pasar a ser Universidad Nacional.
Cuando Milei asume, y después de un par de meses, asumió la Secretaría de Política Universitaria el “Galleguito” Álvarez, que firmó la Resolución 45, que manda a revisar cinco universidades nuevas que se formaron el año pasado por ley. Una de ellas es la nuestra, desconociendo nuestra historia.
Nosotros en la universidad somos alrededor de doscientos cincuenta docentes. Muchos de nosotros –más o menos cincuenta o sesenta– somos docentes de planta, hemos pasado por concurso o por el Artículo 73 del Convenio Colectivo de Trabajo. Muchos de nosotros somos consejeros. En mi caso, soy consejero departamental; hay otros docentes que son consejeros superiores. Todo esto tiene que ver con la autonomía universitaria.
Nuestra universidad tiene alrededor de dos mil doscientos, dos mil cuatrocientos alumnos. Además, hay cerca de setenta no docentes. Ninguno de nosotros, ni los docentes ni los no docentes hemos cobrado el sueldo en todo el año.
Tenemos una partida de dinero correspondiente al presupuesto 2023, que es el que el gobierno prorrogó. El dinero que teníamos en la partida quedó depositado en Justicia porque el instituto universitario pertenecía al Ministerio de Justicia. Con la nueva ley, pasa al Ministerio de Educación. El Ministerio de Educación nos dice que la plata está en Justicia y se pasan la bola. Hay más de doscientos compañeros docentes que no están cobrando el sueldo y unos setenta compañeros no docentes que tampoco están cobrando. Y lo peor es que, para la mayoría de los no docentes, este es el único trabajo que tienen.
Y más grave aún, estamos dando clases de forma virtual, porque la universidad no tiene dinero de funcionamiento, la cuenta está en cero. No se pudieron pagar los seguros de los alumnos, por lo que no podemos permitir que vayan a cursar. Hemos hecho reclamos no solo ante Álvarez, sino también ante Carlos Torrendell, el secretario de Educación.
¿Cómo recibieron el refuerzo que le dieron a la UBA para los gastos corrientes que, al mismo tiempo, ignoró al resto de las universidades?
Fernando Pallicer: Mira, la verdad que no de forma muy grata. Hubo un comunicado hoy que se despega un poco de eso. De hecho, sale gente de la UBA, Emiliano Yacobitti, si no me equivoco, a decir que este refuerzo se destina únicamente al funcionamiento, mientras que el reclamo por los salarios tanto de docentes como de no docentes seguirá siendo una prioridad.
La verdad es que nosotros, en la Universidad de las Madres, tenemos una historia de lucha y resistencia. Ya nos intervino el macrismo con Buján a la cabeza, que era un tipo muy cercano a Garavano y que vino a destruir, a cerrar nuestras puertas.
Ellos quieren que bajemos la persiana, la verdad es esa. ¿Y saben qué? En la Universidad de las Madres –como en todas las universidades, porque ninguna universidad va a dejar de luchar y de pelear–, nosotros, que tenemos a las Madres como bandera, vamos a resistir hasta el último segundo de nuestra vida y vamos a dar clases igual. Vamos a poner todo nuestro esfuerzo, porque ante todo somos militantes. Somos militantes de la educación pública, somos militantes de los Derechos Humanos, nos ponemos en el lugar del otro y entendemos que, además de tener una responsabilidad institucional, tenemos una responsabilidad y un compromiso con la educación.
Cuando decidimos ser docentes, asumimos la responsabilidad de transmitir nuestro conocimiento. Además, la mayoría de nosotros, casi el 100%, tenemos estudios de posgrado o estamos cursándolos, hacemos investigaciones, llevamos adelante actividades de extensión y trabajamos constantemente para mejorar el sistema educativo. Esto implica no solo formarnos como mejores docentes y mejores personas, sino también ayudar a formar a otros.
Destacaste el compromiso militante, el compromiso activista, y también la carga simbólica que tiene para la gente que estudió en esa universidad durante 15 años. Y la importancia social que tiene preservar todas estas instituciones y todos estos espacios que fueron conquistados con la lucha del pueblo, en parte por el impulso que nos dio el 2001. Nosotros identificamos que el proyecto del Gobierno es retrotraer las cosas a la situación previa al 2001. ¿Cómo ves esta situación? ¿Cuáles son los pasos a seguir para enfrentar este avance, más allá del caso particular de la Universidad de las Madres?
Creo que tenemos que continuar trabajando en coordinación con CONADU y otros gremios, como CGT y CTA, y todos aquellos con los que se pueda coordinar. Es crucial mantenernos movilizados permanentemente, en asamblea o en alerta, para proteger todos los frentes. Porque si hay algo que saben buscar estos tipos, son los huecos, siempre por algún lado quieren entrar. Y no se lo podemos permitir.
Mark Fisher, Javier Milei y el neoliberalismo como restauración
De las cinco universidades que mandaron a revisión, algunas eran de creación reciente, mientras que otras ya estaban funcionando. La Universidad de las Madres es la más antigua y ya estaba operativa.
La Resolución 45, impulsada por Álvarez, puso en revisión a estas cinco universidades nuevas, argumentando que “el kirchnerismo quiere universidades por todos lados”, “¿para qué quieren tantas universidades?”. Esto afecta a las instituciones que ya estaban funcionando y tenían asignado presupuesto, como la nuestra.
Justo hoy salió una foto de Rodrigo de Loredo con la Ministra Sandra Pettovello (Ministerio de “Capital Humano”) firmando la resolución que reconoce a la Universidad de Río Tercero, que es una de estas cinco, por motivos de canje político, y desconocen a nuestra universidad, que está funcionando con dos mil y pico de alumnos y que tiene 20 años de antigüedad.
La única forma de detener esto es mantenernos alerta, trabajar por la universidad pública y la educación, y apoyar a nuestros compañeros en la lucha. Estar en la calle cuando sea necesario y en las aulas cuando corresponda.
¿Cuál es el mensaje final que te gustaría dejar a la audiencia de Resistencia Online y cómo pueden apoyar la lucha por la defensa de la Universidad de las Madres?
Quiero que sepan que siempre encontrarán compañeros de este lado. Compañeros en el sentido de que hay alguien con el que podés poner hombro con hombro, que te puede escuchar, que te puede dar consejos, y que, por supuesto, los vamos a recibir con los brazos abiertos. Si quieren venir a la universidad, a visitarla, a estudiar o lo que tengan ganas.
Pueden contactarnos a través del Instagram de nuestro sindicato, ADMA, o mediante el correo electrónico unma@gmail.com. También pueden seguir Unmaoficial en Instagram, la cuenta de nuestra universidad. La universidad está casi cerrada. De forma física está abierta, van algunos directivos, pero no hay trabajadores no docentes, porque no cobran el sueldo. La sede está en Defensa 119, a media cuadra de Plaza de Mayo.
Yo les agradezco el espacio y que podamos tener difusión a través de todos los medios posibles para que se resuelva la situación y para que reconozcan a la universidad.