“Cada hombre (humano) es lo que hace con lo que hicieron de él”, dejó grabado en piedra Jean Paul Sartre una de las frases más épicas de la filosofía contemporánea. La sentencia, como todo mantra histórico y universal, guarda un perfecto equilibrio. Es decir, por un lado, nadie hace lo que quiere porque está condicionado por toda su historia. Pero, por el otro, esto no te libra de la permanente elección en cada minuto sobre qué hacés con ese Yo condicionado que sos. En consecuencia, sos tu propia escultura con el material que te dejaron.
Arrancando por el final, esta podría ser la moraleja que nos entrega el guion de Poor Things, adaptado de la novela homónima de 1992 de Alasdair Gray.
El films es un Frankenstein femenino, retro futurista punk, feminista y existencialista. Todo parte de Godwin Baxter (Willem Dafoe), un científico loco que le dio vida a Bella Baxter (Emma Stone), un bellísimo experimento repleto de sensualidad y con severas dificultades cognitivas. Sin embargo, Bella supera día a día sus taras junto a un alumno de Godwin, Max McCandless (Ramy Youssef), quién se flechó desde el comienzo con la protagonista.
Todo venía sucediendo muy tiernamente hasta que Bella descubrió la sexualidad. En ese momento, toda la historia gira y se va de aventura por Europa con Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), un galán desalmado y sin escrúpulos.
¿Quién es el fuerte? ¿Quién es el tonto? ¿Quién es el monstruo? ¿Quién entiende o no entiende lo que sucede a su alrededor? El genial director griego Yorgos Lanthimos, ganador del Oscar a la mejor dirección por La Favorita, te enloquece con cada una de esas respuestas. En Poor things como en Frankenstein, te ponen una extraña criatura enfrente para demostrarte que el monstruo triste sos vos.
La película es en blanco y negro de a ratos. En otros momentos es en colores fríos, en otros en colores cálidos y la mutación de la paleta acompaña los estados de ánimo y el aprendizaje de la protagonista.
La sexualidad
El sexo es uno de los temas centrales en la película. Se lo toma de frente, sin vueltas demasiado progres, con un feminismo de denuncia y a la vez profundo, de explicación del mundo. En Poor things, no hay victimarios puros o casi no los hay. Los personajes se hacen cosas unos a otros, como en la vida misma.
El sexo es explícito, sucio, extraño, singular, tierno, ridículo, asqueroso, lamentable, hediendo y genial. También como en la vida misma. Pocas películas, tal vez Nymphomaniac de Lars Von Trier tienen una visión tan completa del sexo y tan descarnada como Poor Things.
El existencialismo
Bella es la creación de Godwin y a la vez, se va edificando a sí misma. Esto no fue sencillo. Ella tuvo que dormir con formol a su amado, amenazar a su creador, lidiar con una proxeneta francesa, vérselas con celosos y posesivos y hasta perdonar actos imperdonables para poder hacerse a sí misma. Una pelea contra todos para poder viajar hacia quien era.
El extrañamiento como recurso narrativo también es muy interesante. Bella desconoce gran parte de las convenciones culturales del mundo. Es por eso que ver con sus ojos los celos, lo posesivo que somos con nuestros seres amados, la misoginia despertada por la libertad sexual femenina y las mentiras con las que edificamos nuestras relaciones, nos hace sentir descolocados y por momentos incómodos. Somos el tipo idiota que se golpea la cabeza contra una mesa cada vez que su pareja ocasional está con otro. Es feo verlo de afuera, ¿no?
La pregunta por el mundo, los pobres, el capitalismo, el socialismo, la necesidad de transformar las cosas, están. Hay una escena en particular donde Bella ve su inocencia destruida y conoce de frente la crueldad del sistema y enloquece por un momento. Es impresionante ese momento porque se nota lo intolerable que es para alguien que no naturalice las terribles atrocidades que padece el humano por obra de su propio accionar.
Poor Things acumuló once nominaciones al premio Oscar, incluyendo Mejor Actriz por la interpretación de Emma Stone como Bella Baxter, Mejor Diseño de Producción, Mejor Diseño de Vestuario, y Mejor Maquillaje y Peluquería.